
EL MILAGRO DEL COVID-19: HIZO VISIBLES A LOS QUE PERMANECIAN INVISIBLES BAJO LA INFORMALIDAD
La pandemia denominada COVID-19 está afectando a muchos países y el Perú no resulta ajeno a esta perniciosa enfermedad que es, según los expertos médicos infectólogos, violenta y mortal; y que ciertamente ha desnudado nuestras falencias en diversos sectores, entre otros, en salud y trabajo
Esta circunstancia ha generado que muchos compatriotas realicen los llamados “éxodos” que, aunque suene reiterativo, movilizan a muchas personas que van de Lima a diversos Departamentos del Perú y viceversa.
De acuerdo con la información brindada por los Ministerios del Medio Ambiente y Desarrollo e Inclusión Social, que son los encargados de llevar a cabo la tarea del transporte y las pruebas médicas correspondientes, el número de las personas que necesitan ayuda son aproximadamente 250,000, los cuales se encuentran debidamente empadronados, como condición, para el socorro humanitario.
Hemos podido apreciar, a través de los medios de comunicación, fundamentalmente, la televisión, que las principales razones que esbozan las referidas personas, son básicamente dos: i) “me han botado de mi cuarto”; y ii) “me han botado del trabajo.”
Estas dolorosas frases que, reflejan la realidad que hoy vivimos, permiten, si uno realiza un breve análisis, un hecho que es innegable: a través de ellos podemos hacer visibles a aquellos que permanecían invisibles al amparo de la informalidad.
La razón es muy sencilla; si uno repara bien en lo que se dice en la primera frase, se podrá percatar que para que “te boten del cuarto, habitación o departamento”, hay una persona que los alquila y, entendemos, que no solo es uno, sino que podrían ser varios cuartos o habitaciones, ubicados en diversos Distritos de Lima.
En torno a este tema, un dato muy importante brindado por el Banco Interamericano de Desarrollo, es que, en el Perú, a la fecha, existen 2,500,000 de personas que alquilan cuartos, habitaciones o departamentos. Sin embargo, el citado Banco, advierte que, este número se ha triplicado con la llegada de los ciudadanos venezolanos al país. Información trascendente que deben tener en cuenta nuestras autoridades.
En el caso de la segunda frase, si se observa con detenimiento, se puede arribar a la siguiente conclusión: para que a una persona “la boten del trabajo”; es porque existe una empresa que se lo ha brindado y que debido a la crisis, hoy no puede seguir pagándole.
En los supuestos antes mencionados, tenemos un denominador común y es que en ellos se grafica la informalidad o parte de ella y que se cuenta con la información oficial para poder evaluar, estudiar y determinar las razones por las que muchos de nuestros connacionales no han cumplido con sus obligaciones tributarias. No olvidemos que el pago de tributos es un derecho y a su vez una obligación.
Somos partícipes de las consabidas y trilladas frases que siempre se repiten cada vez que alguna autoridad política vinculada a los tributos (impuestos y contribuciones) asume un cargo: “vamos ampliar la base tributaria”. La inquietud que uno se formula de manera inmediata es: ¿se ha hecho algo para lograr este anhelo o meta durante los últimos años?. Lamentablemente, la respuesta que se percibe, es negativa. Las razones son diversas, pero la principal, es la falta de voluntad política y decisión de quien dirige la Institución pertinente.
En la actual coyuntura, frente a esta tragedia sanitaria que nos agobia, escuchamos repetir incesantemente la palabra “solidaridad”, como una vía o medio, para solicitar ayuda y colaborar con la reconstrucción económica de nuestro país; sin embargo, entendemos, que esta palabra está siendo descontextualizada en su esencia; pues, en rigor, esta significa[1]: “Adhesión circunstancial a la causa o a la empresa de otros.”
Esto significa que, la solidaridad no solo está en función de algunas personas, sino de todos los peruanos que queremos ver resurgir a nuestro amado país, evidentemente, con la proporcionalidad correspondiente, pero el mensaje es claro, todos estamos comprometidos con esta tarea.
Esta concatenación de hechos y de requerimientos de las autoridades gubernamentales, permite a raíz del Coronavirus, tener una oportunidad muy valiosa para afrontar la informalidad o parte de ella, a partir de la información obtenida por los diferentes Ministerios, a propósito del éxodo, pero no para una represión coercitiva de pago de tributos, sino más bien para educar y estudiar y entender este fenómeno que tanto daño hace a nuestra economía y en su caso, exhortar a las personas a que cumplan con sus obligaciones tributarias, de corresponder.
Una reflexión final, que el mensaje llegue y se entienda bien: No se trata de cuánto vamos a recaudar o si esto es significativo, sino que todos los ciudadanos de este país tenemos la obligación de contribuir y ser verdaderamente solidarios para aspirar a tener una mejor sociedad.
ENRIQUE ALVARADO GOICOCHEA
SOCIO
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[1] De acuerdo con el Diccionario de la Real Academia Española (RAE).